viernes, 16 de julio de 2010

HOMENAJE A FRASCUELO EN MADRID



El pasado miércoles, gracias a una iniciativa de D. Víctor Romero, un grupo de distinguidos aficionados a la Fiesta de los Toros, le rindió un merecido homenaje de reconocimiento al Matador de Toros Carlos Escolar “Frascuelo”, torero de Madrid, degustándo una excelente comida acompañada de deliciosos caldos.

El caso de Frascuelo es particularmente curioso: Se ha ido macerando con el tiempo, hasta convertirse en un torero irrepetible, de esos que ya no se encuentran en el escalafón, es decir, único.

La torería como bandera lo distingue de los demás, pero es que es justamente eso lo que se ha perdido. Por ello, la afición de Madrid, sensible y entendida como ninguna, lo ha hecho su torero, lo quiere y se lo manifiesta cada vez que hace el paseo en la Plaza de Las Ventas.

En su más reciente actuación fue recibido y despedido con sendas ovaciones, independientes del resultado artístico del festejo. Era la manera que Madrid tiene de premiar su constancia y apego al toreo mas puro y clásico.

El acto sirvió también para conmemorar 40 años de la celebración de un reñido Mano a Mano entre Frascuelo y Williams Cárdenas en la Plaza de Chinchón, en Julio de 1970. Aquella tarde ambos diestros no pudieron salir de la bellísima plaza en hombros de los aficionados por haber resultado heridos, aunque habían cortado las orejas de sus enemigos.

“El Torbellino”, que era el apodo de Cárdenas, y Frascuelo, estuvieron recordando aquella y otras muchas simpáticas anécdotas de esas fabulosas décadas del toreo de los años 60-70, en las que se fraguó a fuego lento ese temple y arte con el que Carlos Escolar nos deleita cada tarde.

Que ejemplo mas genuino del toreo y que alegría poderlo todavía disfrutar, siempre con la esperanza de que en cualquier momento a un toro le de por embestir y caiga en las manos prodigiosas del Maestro Frascuelo.

Torero en la plaza, hasta en los más mínimos detalles, saber andar en torero, sentirse torero, y torero en la calle, con esa virtud de resumir en pocas palabras las cosas importantes. Hasta sus silencios impregnaron aquella reunión en el restaurante la Giralda, de la calle Fernán González, de fascinante torería.

Al final, Frascuelo y el Torbellino volvieron al ruedo 40 años después para, en fraternal Mano a Mano de recuerdos, hacernos ilusionar con la gracia y la magia del toreo.

María Matté
Secretaria General
Asociación Internacional de Tauromaquia
07-07-10